Arañaca (o encuentros con Steatoda en la Fase 0)

Corría el lejanísimo mes de abril y el día de mi cumpleaños me tocó ir a currar a una resi que cuenta con un pequeño jardín. El lugar es literalmente un trocito de verde en medio de bloques de ladrillo visto típicos de la periferia de cualquier ciudad. Las personas que viven en la residencia cuidan con mimo un pequeño huerto donde crecen hortalizas con un montón de hierbas aromáticas y un enorme bananero. 

Estando por allí fui a ajustar una pequeña tapa de una toma de agua en el borde del césped y mamá Araña me saludó un poco deslumbrada. Aquel cuerpazo negro me recordó a una Viuda Negra pero mi entomólogo de guardia me anotó que era más probable que fuera una ochipatas del género Steatoda. Saludos, señora. Puse de nuevo la tapa y espero que ella se quedara tranquila en aquella pequeña oscuridad secreta. 

Steotada junto a su puesta de huevos envueltos en seda

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